Durante una reunión entre representantes del movimiento y autoridades gubernamentales, los inconformes acusaron al gobierno de ser el responsable de la crisis actual, señalando que fue provocada por decisiones oficiales y por la influencia de “grandes empresas transnacionales”. Los dirigentes aseguraron que no han recibido respuestas claras ni contundentes a sus peticiones y rechazaron levantarse del bloqueo mientras no exista un compromiso directo y verificable. También denunciaron que algunos funcionarios, como el secretario de Cultura y Altagracia, “responden a intereses ajenos al pueblo”, lo que, afirmaron, incrementa su desconfianza hacia el proceso de diálogo.
Los representantes del movimiento insistieron en que habían planteado dos puntos específicos para avanzar, pero aseguraron que el gobierno no les daba certeza ni garantías de cumplimiento. Ante la falta de acuerdos, los participantes decidieron dar por terminada la reunión. “No hay solución aquí, vámonos”, dijeron al abandonar el encuentro, advirtiendo que mantendrán sus acciones hasta obtener respuestas reales del gobierno.